Un aspecto fundamental de la transformación digital es poder priorizar la rapidez y eficiencia de los procesos para atender a un usuario final que huye de trámites largos y pesados. Y, además, nos debe permitir una rápida adaptación a los nuevos marcos legislativos, mejorar la experiencia de usuario, y potenciar que el conocimiento permanezca en la organización.
En muchas ocasiones los procesos operativos se encuentran soportados y embebidos en sistemas legacy, sistemas que sufren procesos de modernización tecnológica, en los que tener una visión E2E (Negocio - TI) y una estrategia de prestación de servicios digitales son elementos clave para poder evolucionar hacia una organización más moderna.
Por ello la optimización de los procesos operativos (primero) y su posterior automatización son piezas fundamentales, por lo que el conocimiento de negocio en conjunción con el soporte tecnológico resulta un valor fundamental.