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Conseguir que las APIs sean la forma en la que los sistemas, aplicaciones y dispositivos “hablen” entre sí, compartiendo datos y funcionalidad, con independencia de dónde residan y de cuál sea el formato y la tecnología usada en su implementación, es algo de indudable valor.

Especialmente en un contexto tecnológico cada vez más cambiante y heterogéneo, en el que la capacidad de adaptación a nuevos escenarios y formas de negocio son claves en el proceso de transformación digital de las compañías.

De este modo, las APIs se sitúan en el escaparate para el consumo de un componente software cuyos aspectos de implementación tecnológica son irrelevantes para el consumidor/cliente. Y es en esos “límites” o “fronteras” digitales de las compañías, en las APIs publicadas para su consumo por parte de clientes o colaboradores, donde una estrategia de economía de las APIs obtiene los mayores beneficios.

El término “Economía de las APIs” se suele usar para describir una estrategia de negocio en la que la utilización de APIs afecta positivamente a la rentabilidad y cuenta de resultados de una compañía. Esta estrategia se enfoca en dos puntos: por un lado, la obtención de beneficios derivados del consumo de las APIs por parte de clientes y terceros; por otro, la mejora de la oferta competitiva con la creación de nuevos productos y servicios mediante la combinación de APIs propias y de terceros.

Desde el punto de vista del proveedor de las APIs, la obtención de beneficios puede hacerse por diferentes vías:
 
  • Creando productos, mediante la identificación de las capacidades o datos del sistema que pudieran resultar de utilidad para otros.
  • Generando nuevo negocio, ya que se produce una extensión tanto en lo referente a clientes potenciales como en las aplicaciones que terceros puedan desarrollar haciendo uso de las APIs, ofreciendo así productos más atractivos para el cliente final.
  • Mejorando los productos y servicios propios, e incluso creando nuevos productos, para agregar el valor de negocio de las APIs de terceros a las capacidades de las APIs propias.
Otra cuestión que la economía de las APIs pone encima de la mesa es que, en lugar de buscar sinergias y partners de negocio y después implementar técnicamente esa integración, quizá sea mejor centrar el esfuerzo en la creación de APIs estandarizadas, bien diseñadas y documentadas, y publicarlas para facilitar su consumo.

Esto es, en vez de intentar imaginar cuál sería la mejor manera de expandir el negocio, dejar que sea el propio mercado quien lo haga. De este modo, se abre la puerta a innovaciones inesperadas y se da espacio a la aparición de escenarios de negocio en áreas que probablemente se hubieran imaginado como imposibles.

Todo esto resulta muy atractivo, pero si se desea que las APIs sean escaparate y también puertas de entrada al negocio, será necesario resolver cuestiones como la seguridad, la escalabilidad o cómo los clientes harán uso de esas APIs y qué políticas se deberán aplicar. En este punto resulta fundamental una buena estrategia de API Management, que permita gobernar el ciclo de vida de las APIS, desde su diseño hasta la publicación, y en la posterior aplicación de políticas en tiempo de consumo/ ejecución que resuelvan los retos técnicos de este nuevo escenario.

En las iniciativas de API Management entran en juego dos componentes esenciales: API Portal y API Gateway.

Con los dos componentes en funcionamiento (Portal y Gateway), es mucho más sencillo habilitar un ecosistema de APIs, en el que los consumidores puedan verlas en el Portal, probarlas, registrarse para poder consumirlas e incluso seleccionar el plan de uso más conveniente, que es clave para la posterior monetización. Ya en “tiempo de ejecución”, será el Gateway el encargado de validar que las APIs sólo puedan ser utilizadas por los consumidores registrados y de aplicar las políticas necesarias para cada plan de uso y escenario.

De este modo, se posibilita la economía de las APIs al convertir internet en una plataforma segura para los nuevos escenarios de negocio, resolviendo así cuestiones que allanan el camino de la transformación digital y del “cloud enablement” de los sistemas de backend.
Marketing y Comunicación Babel
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Somos el departamento de Marketing y Comunicación de Babel, y nos encargamos de desarrollar la estrategia de comunicación y la identidad corporativa de nuestra organización.

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