Saltar al contenido
También puedes escuchar este post en audio, ¡dale al play!
Cuando pensamos en el futuro, nos movemos entre la utopía y la distopía. Pero este ejercicio plantea innumerables retos y una fuerte dependencia de la realidad como punto de partida desde el que empezar a reflexionar. Al recordar la saga de películas Star Wars, se observa el tremendo paradigma que implica viajar a la velocidad de la luz y depender de interruptores clásicos de los años 70 para disparar desde esa misma nave, arrancar el motor o encender una luz. Imaginar el futuro no es sencillo y el número de variables que no se puede controlar -desde la geopolítica a los eventos de impacto mundial como la pandemia que aún vivimos-, es un buen ejemplo del reto que esto representa.

En tecnología, hay tendencias y circunstancias que pueden ser protagonistas de este futuro: computación distribuida, IA, las próximas generaciones de computación (cuántica y chips neuromórficos) y ciberseguridad. Todas ellas, combinadas con el envejecimiento de la población, la dificultad de acceso al talento en un mundo globalizado y necesitado de sostenibilidad, permiten hacer una aproximación a un posible contexto que, por supuesto, es uno de muchos.

Con todos estos retos, es posible imaginar un mundo en el que las distancias no existen. El hyperloop, con un objetivo de no más de 35 minutos por cada 560 km, implica que las distancias terrestres se hacen aéreas, y estas también se reducen superando la velocidad de 1,7 mach. Es decir, por encima de los 1.800 km/hora (United Airlines espera que esto sea posible en escala industrial con 15 aviones supersónicos en 2029).

Las distancias también se acortan en el tiempo como sucede con aquellos modelos o algoritmos complejos que, en este momento, son inimaginables de aplicar para la resolución de problemas complejos por los tiempos y esfuerzo requeridos. En un mundo imaginario, lo que antes necesitaba 10.000 años para ser calculado, ahora precisa poco más de tres minutos.

En este mundo de la inmediatez, en el que el talento es complicado de conseguir y nunca es suficiente en una población envejecida y necesitada del progreso tecnológico, es preciso que la hiperautomatización de los procesos, tareas y, sobre todo, la velocidad en el desarrollo de aplicaciones, sea mayor que nunca. Por ello, el ciudadano desarrollador y analista ha estallado. Un desarrollo cercano al negocio saca partido de las herramientas de Zero Code y, principalmente, del uso de la IA en la gestión de los procesos, calidad, desarrollo guiado y temprana detección. En este contexto, DataOps y MlOps son necesarias y confirman parte de este escenario.

En un mundo imaginario, el avance en la tecnología aplicada a la medicina ha multiplicado las capacidades de combatir nuevas enfermedades, paliar las existentes y, especialmente, predecir y conocer las causas de muchas de estas. Se siguen los pasos dados en 2020 en la lucha contra la pandemia de la covid-19 en la que el esfuerzo tecnológico redujo el tiempo de generación no de una vacuna, sino de más de seis en paralelo, pasando de 13 años de media a 12 meses. Las herramientas de soporte a la decisión permiten desarrollar modelos de visión artificial para paliar la carencia de profesionales especializados en cientos de lugares del planeta.

La expansión de la computación cloud también deja de ser un modelo concentrado en la nube, convirtiéndose en una presencia continua que facilita que las capacidades de computación y las de almacenamiento se acerquen a los orígenes de datos. Del fog computing se ha llegado incluso a haar computing y las redes 6G permiten que la latencia ya conseguida con edge computing y 5G hayan sido superadas, dando paso a innumerables nuevas aproximaciones: el desarrollo del coche autónomo y gemelos digitales o realizar una intervención en remoto. También cabe imaginar lo que implica esta capacidad de computación próxima al origen de los datos, sobre todo, en un momento en que la sensorización ha avanzado hasta tal punto que la inteligencia artificial convive con nosotros. Es un futuro que puede estar ya aquí y en el que los límites no los pone la tecnología, sino nosotros.
Luis Barreiro
Luis Barreiro

Head of Strategy en Babel.

logo linkedin compartir en Linkedin Contacto

Otros artículos destacados