"En los próximos diez años se prevé que el avance tecnológico será mayor que el que hemos vivido en los últimos cien años"

Este 2022 está siendo un año de enormes cambios para todos, tanto a nivel social, como económico, cultural y, en general, en todos los aspectos que observamos. Babel no puede permanecer ajena a esos cambios y, por tanto, debemos adaptarnos en todos los ámbitos de actuación con el objetivo de seguir aportando el mayor valor posible a todos nuestros interlocutores.

Tony Olivo, CEO de BABEL

En el ámbito profesional, y con gran repercusión en el social, probablemente uno de los principales cambios ha sido la implantación del teletrabajo en gran parte de los sectores profesionales donde la actividad no requiere de presencia física, y no ya como una posibilidad, sino como una realidad a la que todos (empresas y profesionales) nos hemos tenido que adaptar y redefinir gran parte de nuestros procedimientos y políticas de gestión de personas. Y con ello hemos conseguido algo muy anhelado durante mucho tiempo: la conciliación laboral definitiva que nos permitirá un mayor equilibrio entre dedicación a nuestra vida profesional y personal.

En mi opinión, los modelos de trabajo híbridos, que combinan la posibilidad de trabajar desde donde cada uno prefiera con flexibilidad horaria, con cierta presencia física en las oficinas, son los ideales, pues permiten optimizar la conciliación entre vida personal y profesional. Con esto se consigue incrementar la productividad para la empresa, y también la comodidad para el trabajador, sin desvincular completamente al profesional de su empresa y así no despersonalizar la actividad laboral. La correcta y completa integración de una persona en su empresa, el orgullo de pertenencia, las relaciones personales entre compañeros, el conocimiento y compartición de la cultura y los valores de tu compañía son elementos esenciales en la vida profesional, que creo que no se deberían perder y que son totalmente compatibles con los modelos de trabajo híbridos. Y es aquí donde se abre otro debate: qué papel juegan las oficinas en este nuevo modelo de trabajo.

Hay que abandonar la idea de que son solo lugares de trabajo, ahora son espacios de convivencia profesional y, también, personal. Un lugar de encuentros donde todo debe estar dirigido a la interacción y a la generación de ideas en un ambiente dinámico. Encontrar el equilibrio justo entre el trabajo en remoto con el trabajo presencial en las oficinas será la clave para los ecosistemas profesionales de éxito, y tiene como base la confianza mutua entre las dos partes, pilar fundamental en nuestra cultura de empresa. En Babel hemos definido este nuevo modelo de trabajo con grandes dosis de ilusión y valentía, obteniendo muy buenos resultados hasta el momento.

Sin duda, otro de los grandes cambios, tan importante o más que el anterior, es que estamos experimentando un crecimiento sustancial en el uso de la tecnología en todos los sectores, de manera masiva e imparable. No se trata de un mero acompañamiento digital a los procesos, sino de llevar a cabo la transformación real y profunda de estos, que nos permita diseñar nuevos modelos de negocio, nuevas formas de acompañar a las industrias, maximizando y optimizando de manera radical el valor que la tecnología les proporciona, no solo como una herramienta para el proceso sino como parte íntima del mismo. Esta evolución implica que la tecnología se pone definitivamente al servicio de las personas, no solo desde la perspectiva de la eficiencia económica, sino bajo un concepto de tecnología humanista, es decir, dotando a las personas de un aumento en sus capacidades que les permite enfrentarse a retos que hace pocos años serían inimaginables. Por poner un ejemplo, la aplicación de la inteligencia artificial está multiplicando las capacidades de incrementar nuestra eficacia, aumentando de manera inimaginable nuestra capacidad de realizar tareas de extrema complejidad y con máxima eficiencia.

Esta capacidad, unida a procesos de hiperautomatización, permiten realizar de manera automática y sin intervención humana labores tediosas, repetitivas y de poco valor, permitiendo así que pongamos el talento humano a disposición de tareas de alto valor. Y todo esto en un contexto con capacidad casi ilimitada de computación, pero siempre y –afortunadamente- cada vez más bajo los máximos niveles de seguridad digital necesarios para proteger lo que sin duda en estos momentos es uno de los bienes más preciados por todos nosotros: nuestros datos, nuestra identidad y nuestra intimidad. El futuro ya está aquí y en Babel estamos totalmente inmersos en todos estos temas para acompañar tecnológicamente a nuestros clientes en este viaje que se produce a una velocidad vertiginosa y sin un horizonte fácil de predecir.

Todos estos cambios sumados a los que Babel va experimentando por su propia actividad hacen que la compañía actual haya evolucionado mucho con respecto a la empresa que éramos hace un año. Para hacernos una idea, terminamos el año 2021 con unos 1.800 profesionales repartidos entre cinco países y terminaremos 2022 con aproximadamente 3.000 personas en el grupo, distribuidas en los 14 países donde actualmente Babel tiene presencia, de las cuales más de 600 están en Latinoamérica. Adicionalmente, a este tremendo crecimiento y expansión, hay que añadir la transformación que estamos llevando a cabo en nuestra oferta de servicios, poniendo todo nuestro foco en potenciar tecnologías como big data y analytics, ciberseguridad, inteligencia artificial, arquitecturas cloud e hiperautomatización. Inversión que, gracias a la enorme demanda del mercado de estos servicios, se está viendo recompensada con un formidable retorno.

Si el desafío de en un año incrementar el tamaño de la empresa en casi un 40%, triplicando nuestra presencia y negocio internacional, adaptándonos a los nuevos formatos y espacios de trabajo, ya es apasionante, hacerlo manteniendo la rentabilidad, revisando y actualizando constantemente nuestra oferta de servicios es casi equivalente a cambiar los motores de un avión en pleno vuelo en mitad del océano, y lo convierte en una aventura sin precedentes para todos los que tenemos la fortuna de formar parte de ella. Y siempre con el máximo respeto a preservar, por encima de todo, los valores culturales que nos han traído hasta aquí y que convierten a Babel en una compañía con una identidad propia inconfundible y con un modelo societario difícil de imitar, donde las personas son el centro de todo y su actitud, la que marca nuestra diferencia.


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